Tema 14. Fármacos agonistas colinérgicos.

Al potenciar los efectos de la ACh, estos fármacos producen otros efectos terapéuticos, así, aplicados de forma tópica en el ojo disminuyen la presión intraocular y sobre el sistema gastrointestinal aumentan la motilidad y la secreción de saliva y ácido gástrico. La utilización de estos fármacos para tratar la intoxicación por anticolinérgicos también está reconocida utilizándose para este fin fisostigmina que por su estructura química llega al SNC y puede revertir los efectos. Por último, se utilizan también en enfermedades degenerativas como el Alzheimer, el Parkinson y discapacidades cognitivas. En esta línea se utilizan o se han utilizado la tacrina, el donepezilo, la rivastigmina y la galantamina.

Con las dosis adecuadas, estos compuestos generalmente se toleran bien y sus efectos adversos son llevaderos, salvo la tacrina que presenta hepatotoxicidad. Los efectos adversos más comunes tienen lugar sobre el aparato digestivo y aunque pueden aparecer entre un 5% y un 20% de los pacientes, por lo general son leves y pasajeros y guardan relación con la dosis.

Estos fármacos están contraindicados en pacientes con cardiopatía inestable o grave, epilepsia sin controlar o úlcera gastroduodenal activa.

 

En cuanto a los agonistas muscarínicos directos encontramos ésteres de la colina como la ACh, la metacolina, el carbacol y el betanecol, y alcaloides como la muscarina, la pilocarpina o la cevimelina.

Los ésteres de la colina son moléculas muy hidrófilas que se absorben mal por vía oral y pasan al SNC con dificultad. La ACh no se utiliza en clínica ya que tiene multitud de acciones y además se metaboliza muy rápidamente. Otros ésteres como la metacolina se emplean en el diagnóstico del asma. El carbacol y el betanecol son resistentes a las colinesterasas por lo que tienen efectos más prolongados. El carbacol no se puede administrar por vía sistémica porque produce efectos nicotínicos ganglionares impredecibles. Se utiliza en el tratamiento del glaucoma de forma tópica. El betanecol, por el contrario, presenta casi exclusivamente acción muscarínica por lo que es utilizado para fomentar la motilidad del tracto urinario y el tubo digestivo.

Los alcaloides tienen una estructura muy variada, la mayoría son aminas terciarias que llegan bien al SNC y algunos son aminas cuaternarias como la muscarina que no llegan fácilmente al SNC.  La mayoría de los alcaloides tiene utilidad en investigación farmacológica. El más utilizado en la clínica es la pilocarpina que se utiliza para incrementar la secreción salival en los casos de xerostomía.